El tamboril oceánico, el esquilmador de los mares.
Lagocephalus lagocephalus.
El tamboril oceánico, es un pez cuyo consumo puede resultar fatal. Se identifica fácilmente por su piel sin escamas, salvo en el vientre, donde hay pequeñas espinas imbuidas en la piel que muestra cuando está en peligro y se hincha.
El tamboril oceánico ha llegado a las Islas Canarias para invadirnos y posiblemente quedarse en nuestras aguas. Su habitad normal es en zonas alejadas de la costa al ser una especie pelágica.
Esta sin cuantificar los daños que puede producir en nuestro ecosistema marino, al ser muy depredador y omnívoro, a lo que hay que añadir su alta velocidad.
Cambios en los ecosistemas, temperatura del agua o cambios en las corrientes de los nutrientes marinos, han llevado a esta especie en casi durante todo el año 2017, a estar presente en todas las zonas marítimas de nuestras islas y a estar en casi todas las profundidades desde los 20 hasta los 600 metros.
La prohibición de su captura y comercialización, no va a restringir su afección en el resto de las especies marinas capturadas por recreativos o las comercializadas por el sector profesional.
Se debería buscar una solución con campañas o métodos para su captura para conseguir reducir su número y de esta forma mitigar los daños colaterales que va a producir en el resto de las especies. Por supuesto manteniendo la prohibición de comercialización.
El Pez Globo (Lagocephalus lagocephalus lagocephalus) es una especie de presencia accidental en aguas atlanticas, que suele ser desechada cuando se captura porque carece de utilidad debido a su toxicidad.
Esta especie pertenece a la familia Tetraodontidae a la cual también pertenece el conocido Fugu o pez globo japonés, pese a que en Japón goza de popularidad como plato culinario, en España esta prohibida bajo normativa europea (Reglamento 853/2004). La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) del Ministerio de Sanidad y Consumo de España.
El veneno es una tetradotoxina, el pez dispone de este veneno en cantidades letales en varias partes de su cuerpo, sobretodo en el higado, ovarios y piel.
El veneno actua en el cuerpo humano como un bloqueador de los canales de sodio, paraliza los músculos mientras la víctima permanece totalmente consciente y finalmente muere por asfixia.
Actualmente no hay antídoto conocido, y el enfoque médico estándar es un lavado estomacal e intentar apoyar los sistemas respiratorio y circulatorio hasta que el veneno se elimina.
En Canarias según el Instituto Español de Oceanografía (IEO) ha advertido de que cada vez es más frecuente el avistamiento y captura en las Islas Canarias de peces globo. La presencia de este pez en Canarias no es nueva, pero subrayó que hay datos que indican que sus poblaciones parecen haber aumentado considerablemente.
Las razones de este aumento no son fáciles de explicar, aunque parecen motivadas por procesos naturales de deriva o dispersión de sus poblaciones.